Como las manifestaciones de la locura son muy variadas,
se pueden considerar síntomas de diversos estados.
En cada caso, el afectado muestra una conducta
que se aparta de la normalidad de una forma determinada.
Por eso, los afectados quedan desplazados de su entorno social.
Frecuentemente se manifiesta como una pérdida de control,
en la que los sentimientos se muestran desinhibidamente.
La conducta se desplaza fuera de lo racional
y las consecuencias de los propios actos no se tienen en cuenta.
Los actos pueden ser objetivamente absurdos e inútiles.
La diferencia entre lo real y lo irreal puede desaparecer,
viéndose perturbada la percepción de la realidad.
"lo mejor de estar en un manicomio
es que cualquier rincón es bueno
para pararse y echar unas risas"
(EN FAMILIA TODO OK)